¿Por qué permanecer en la Fe?
Porque el mundo parece negar el mensaje de Dios y, muchas veces, nosotros nos dejamos arrastrar por el mensaje del mundo. Es muy importante que nos cuidemos de esa realidad. El mundo son todos aquellos que no acogen el mensaje divino o que no viven en el amor.
Cinco consejos para perseverar en la Fe:
1. Asistir a Misa:
La misa es la base de nuestra fe, donde recibimos todas las gracias, donde nos llenamos completamente con el amor de Jesucristo.
Asistir a misa regularmente es fundamental para fortalecer y mantener viva nuestra fe. Este compromiso no debe ser tomado a la ligera, ya que la misa es donde recibimos a Cristo mismo en la Eucaristía.
Muchos católicos dejan de ir a misa sin ningún motivo de fuerza mayor, simplemente porque están cansados, tienen visitas en casa o tienen otros planes.
Como católicos, debemos cambiar esta actitud. La misa debe ser lo principal, lo fijo y estático en nuestras vidas. Todo lo demás debe girar alrededor de nuestra decisión y compromiso de asistir a misa todos los domingos y recibir la Eucaristía.
2. Orar:
La oración debe ser constante. La oración es un diálogo con Dios que nutre nuestra relación con Él.
Es importante comunicarse con Dios diariamente, hablar con Él y calmar nuestra alma alejándonos de las distracciones del mundo.
3. Confesarnos:
Muchas veces nos acostumbramos a nuestros pecados y perdemos el sentido del dolor a Pecar.
Debemos hacer un examen de conciencia y ser conscientes de nuestras fallas diarias, ya sea en pensamientos, palabras o acciones.
La confesión nos mantiene alerta y responsables, ayudándonos a controlar nuestros hábitos y a vivir en gracia.
4. Leer la Biblia:
La lectura de la Biblia es fundamental para comprender y profundizar nuestra fe. A través de las Sagradas Escrituras, conocemos más a Dios, su voluntad y sus promesas.
Leer la Biblia regularmente nos llena de sabiduría, fortaleza y dirección en nuestra vida diaria. Además, nos permite reflexionar sobre nuestras acciones y decisiones a la luz de la palabra de Dios, ayudándonos a conformar nuestra vida según sus enseñanzas.
Dedicar tiempo diario a la lectura y meditación de la Biblia es un hábito que enriquece nuestra fe y nos mantiene en sintonía con los principios Cristianos.
5. Rodearse de gente Sana:
Es importante rodearnos de personas que tengan los mismos ideales y que busquen la santidad. Estas personas nos ayudarán a mantenernos fijos en nuestra fe y a crecer espiritualmente.
Debemos evitar las influencias negativas y buscar apoyo en personas que nos recuerden constantemente nuestra relación con Cristo.
Las comunidades y grupos Cristianos, así como las amistades cristianas, son una fuente de apoyo y motivación. Ser parte de una de estas comunidades y participar en grupos de oración nos brindan un sentido de pertenencia y refuerza nuestro compromiso con la fe.
Perseverar en la fe requiere un esfuerzo consciente y constante. Asistir a misa, orar, confesarse, leer la Biblia y rodearse de personas que compartan nuestra fe nos ayudan a mantenernos enfocados en nuestra fe, a recibir las gracias necesarias y a crecer espiritualmente.
Al integrar estos hábitos en nuestra vida diaria, nos acercamos más a Dios y nos aseguramos de que nuestra fe se mantenga firme y viva, incluso en medio de las dificultades y distracciones del mundo moderno.