La Pascua Cristiana

La celebración de la Pascua es un momento muy importante para dos grandes religiones en el mundo: El Judaísmo y El Cristianismo.

La palabra Pascua significa "El Paso", y en el ambiente judío se recuerda el momento en que Dios libero a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Y que el les mando a conmemorar año con año este acontecimiento que les dio la libertad.

La Pascua es un momento culminante y sumamente importante dentro de la vida de todo creyente judío. 

Pero también nosotros los Cristianos la Celebramos; hemos retomado esta celebración desde otra perspectiva. Porque si bien es cierto que Jesús era judío, también nosotros recordamos algo más impactante que cambia totalmente el rumbo de la historia de la humanidad.

Es el momento en que Cristo, venciendo la muerte que había sufrido por medio de la Crucifixión, resucita glorioso y con esto le abre a la humanidad un nuevo sentido y una nueva perspectiva del amor.

Luego de siglos de infidelidad y traición hacia Dios, Jesús restableció la unión entre su Padre y la humanidad. Cristo abrió la vida eterna para todos mediante su sacrificio y resurrección.

Jesús es inmolado como se inmolaban los corderos en el templo durante la Pascua judía. Por eso se le llama, "El Cordero de Dios".

Para el Cristiano, la Pascua es momento de celebración, momento culminante de alegría, un momento en que el Cristiano se regocija porque su Señor no está muerto, sino que está vivo y sigue vivo en medio de nosotros.

La Pascua llega al final del tiempo de Cuaresma con la misa solemne de la Vigilia Pascual:

En ella, los feligreses nos esforzamos por mantenernos despiertos. Se escucha toda la historia de la salvación y se enciende el cirio pascual, que simboliza la luz de Cristo. Y al día siguiente se celebra la misa del Domingo de Resurrección y se sigue celebrando por otros 50 días hasta Pentecostés.

La Pascua son 50 días de una sola fiesta:

Luego de 40 días de ayuno, preparación y sacrificio, se celebra la victoria de Jesús a lo grande. Son 50 días de fiesta celebrando este gran acontecimiento. La Pascua, por tanto, es el punto central de la fe cristiana. San Pablo lo expresó de manera extraordinaria en una de sus cartas: 

"Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe". Corintios 15,14

Por eso es que la Pascua, desde la dimensión Cristiana, es el punto central de la vida de cualquier ser humano y, sobre todo Cristo, porque es el quien rompe el poder de la muerte y nos abre las puertas del Cielo.