Errores comunes que se cometen al Comulgar

Asistir a la Santa Misa y recibir la Sagrada Eucaristía es esencial en la vida de todo Cristiano Católico. Desafortunadamente, ya sea por ignorancia o por flojera, muchos Católicos reciben de manera equivocada la Santa Eucaristía.

Estos son los tres errores más comunes que cometen muchos Católicos al Comulgar:

1. No Hacer Reverencia Antes de Comulgar:

Muchos Católicos se acercan a la fila para comulgar sin hacer ningún signo de reverencia, y esto se debe a que no tienen bien claro que en la comunión a quien se recibe es al mismo Dios; se recibe al mismo Señor Jesucristo. Por lo cual lo mínimo que podemos hacer es un signo de reverencia para mostrarle nuestro respecto.

El gesto corporal que muestra más reverencia es comulgar de rodillas. Sin embargo, si comulgas de pie, se debe inclinar el cuerpo de forma reverente antes de recibir la sagrada Eucaristía, como lo menciona la Instrucción General del Misal Romano.

2. No Decir "Amén":

Muchas personas comulgan como si tuvieran prisa y salen de la fila olvidándose de algo muy importante.

Cuando el sacerdote muestra la Santa Eucaristía diciendo "El cuerpo de Cristo", los fieles debemos responder "Amén".

Esto es importante porque de esa manera confirmamos con nuestros labios que creemos que estamos recibiendo verdaderamente a Jesús.

3. Comulgar Estando Fuera del Estado de Gracia:

Para los Sacerdotes no es posible saber el estado de las almas de los Fieles que se levantan a hacer la fila, pero la persona si debe tenerlo claro antes de comulgar. 

Se supone que solo puedes recibir la Santa Eucaristía si eres un Católico practicante y te encuentras en estado de gracia. 

Por lo que tienes que preguntarte si has cometido algún pecado mortal después de tu última confesión. Si la respuesta es sí, entonces debes confesarte antes de acercarte a comulgar.

Siempre puedes asistir a misa, pero si no estás en gracia, no debes comulgar.

Recuerda las palabras de San Pablo: "Por tanto, quien coma el pan y beba la Copa del Señor indignamente, comete pecado contra el cuerpo y la sangre del Señor. En consecuencia, que cada uno se examine antes de comer el pan y beber la copa. Quien come y bebe sin reconocer el cuerpo del señor, come y bebe su propia condena". 1 Corintios 11:27-30