En el evangelio "Jesús estaba a punto de partir, cuando un hombre corrió a su encuentro, se arrodilló delante de él y le preguntó: Maestro bueno, ¿Qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?
Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. Ya conoces los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas cosas falsas de tu hermano, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.
El hombre le contestó: Maestro, todo eso lo he practicado desde muy joven.
Jesús fijó su mirada en él, le tomó cariño y le dijo: Sólo te falta una cosa: vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. Después, ven y sígueme.
Al oír esto se desanimó totalmente, pues era un hombre muy rico, y se fue triste.
Entonces Jesús paseó su mirada sobre sus discípulos y les dijo: ¡Qué difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!" Marcos 10: 17-23
Quizás nosotros estamos similares a esta persona. No queremos entregarle todo en las manos de Dios, no queremos soltarnos en sus manos porque nos da miedo, porque pensamos que él no nos va a sostener.
¿Qué nos impide seguir a Jesús?
Podríamos hablar de tres cosas directamente:
Los Apegos:
Muchas personas están apegadas a las cosas, apegadas a emociones, apegadas a situaciones que no quieren soltar y eso te impide seguir a Jesús.
¿Estás apegado a cosas materiales? ¿Estás apegado a situaciones que no quieres soltar? Eso te impide seguir a Jesús.
Los apegos impiden seguir a Jesús. Jesús dice: "Deja esto, Perdona y sígueme". Y quizás le respondemos: "Yo no quiero, yo soy así, yo no puedo perdonar". Esos son apegos que tenemos y que si no los dejamos atrás no podremos seguir a Jesús correctamente.
Los Vicios:
Los vicios también nos impiden seguir a Jesús. Hay personas que están en el vicio del alcohol, de las drogas, de la pornografía.
Los vicios se convierten en cadenas que nos esclavizan, controlando nuestra vida y nuestras decisiones. Nos atrapan en un ciclo destructivo que afecta no solo nuestra salud física y mental, sino también nuestra espiritualidad y nuestras relaciones con los demás.
Los vicios nos hacen esclavos de nuestras pasiones y deseos, nublando nuestro juicio y nuestra capacidad de elegir el bien.
Los vicios que pueden estar presentes en tu vida impidiéndote seguir a Jesús.
Jesús nos llama a la libertad, a una vida plena y abundante en su amor. Nos invita a dejar atrás todo lo que nos impide seguirlo, incluyendo los vicios que nos esclavizan. Al hacerlo, encontramos la verdadera paz y la libertad para vivir como hijos e hijas de Dios, libres para amar y servir a los demás en su nombre.
El Dinero:
Cuando usted y yo nos apegamos al dinero, empezamos a dar más importancia al dinero, a las cosas materiales, a las cosas que tienen que ver con dinero, pero descuidamos a las personas, descuidamos a nuestros seres queridos y descuidamos nuestra relacion con Dios.
¿Cuántos familiares hay que ya no se hablan por problemas de una herencia? ¿Cuántas amistades no se han destruido por prestamos, porque le damos más importancia al dinero que al valor de la persona?
El dinero es importante para subsistir, pero procura que el dinero no sea un obstáculo, el dinero solo es un medio. No le entregues tu corazón al dinero. Si ganas dinero, disfrútalo, compártelo, pero no le entregues tu corazón porque eso se acaba.
Recuerda que sin nada vinimos a este mundo y sin nada nos vamos a ir. Todo lo que tenemos es ganancia.
Puede parecer difícil ganar la vida eterna, pero recuerda que "Para Dios no hay nada imposible".
En nuestra vida, nos enfrentamos a muchas tentaciones. A menudo, nos sentimos abrumados por lo que Dios nos pide: Vivir de acuerdo a sus mandamientos y seguir sus caminos. Sin embargo, esta tarea, aunque parece difícil, no es imposible con su ayuda, con la ayuda de Dios.