El gran desafío de nuestras vidas muchas veces es cómo lograr el equilibrio; cómo no estar ni acá ni allá, sino equilibrado.
En el mundo actual, acelerado y en constante Cambio, los Católicos nos encontramos a menudo luchando por mantener una Fe fuerte y, al mismo tiempo, seguir el ritmo de la vida cotidiana.
Es crucial encontrar un equilibrio que nos permita vivir nuestras vidas a plenitud, pero en concordancia con nuestras Creencias y Fe.
Algunos consejos que nos pueden ayudar al respecto son:
Vive la Fe en la Vida Cotidiana:
Si de verdad crees tener Fe ¡Demuéstrala!, Poniéndola en práctica ya sea en tu hogar con tu familia, compañeros y amigos; Dales una mano amiga cuando más la necesiten, ayuda a los demás cuando su vida esté decayendo, recuérdales que Dios siempre está ahí para suplir sus necesidades, oren juntos y estudien su Palabra, ¡Algún día te lo agradecerán!
PRIORIZA TU RELACIÓN CON DIOS:
"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas." San Marcos 12:30
En el ajetreo de la vida moderna, puede ser fácil perder de vista lo que realmente importa. Como Cristianos Católicos, nuestra relación con Dios debe estar en el centro de Nuestras vidas.
Esto significa ponerle a Él en primer lugar en todos los aspectos de Nuestras vidas, desde nuestros pensamientos y acciones hasta nuestras relaciones y carreras.
Para dar prioridad a nuestra relación con Dios, debemos considerar reservar un tiempo cada día para la oración y la lectura de la Biblia, lo qué nos ayudarán a mantenernos conectado con Dios y a crecer en nuestra fe.
VIVE TU FE EN COMUNIDAD
No estamos hechos para recorrer solos el camino Cristiano. Desde sus inicios los Cristianos en la iglesia vivían la fe en comunión, apoyándose y animándose unos a otros:
"Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones." Hechos 2:42
ASISTE A MISA TODOS LOS DOMINGOS
En un mundo que a menudo valora más la productividad y el éxito que el descanso y la reflexión, reservar el Domingo para Dios y tu familia es ideal para mantener el equilibrio en nuestras vidas.
SÉ LUZ EN TU LUGAR DE TRABAJO
Como Cristianos, estamos llamados a ser una luz en el mundo, haciendo brillar el amor y la verdad de Jesús en nuestra vida cotidiana.
Uno de los mejores lugares para hacerlo es en nuestro lugar de trabajo, donde podemos influir en la vida de nuestros compañeros y/o clientes con nuestras palabras, acciones y actitudes.
Para ser luz en tu lugar de trabajo, esfuérzate por buscar oportunidades para mostrar amabilidad, empatía y ánimo a los que te rodean. Al hacerlo, podrás hacer mejor tu lugar de trabajo y glorificar a Dios en tu vida diaria.
Recuerda que no estás solo en este viaje. Dios está contigo en cada paso que das, proporcionándote las fuerzas, la sabiduría y la guía que necesitas para vivir una vida en la que le honres en medio de la sociedad moderna.