Que Jesús nazca en tu Corazón
Seguramente a ti te han enviado esta frase en Navidad:

"Que el Niño Dios nazca en tu Corazón"

O incluso tú la has escrito, la haz dicho y se la has dedicado a alguien. Si googleas "frases de Navidad", seguramente esta aparecerá entre las primeras. 

Jesús nació, creció, murió, resucitó y envió el Espíritu Santo para que nos acompañara. Entonces, cuando decimos que en esta Navidad el Niño Dios nazca en tu corazón, no estamos pidiendo que se repita este proceso histórico otra vez. Sino que es una invitación a preguntarnos qué tan presente está Dios en nuestras vidas.

Todos hemos sentido ternura ante la presencia de un bebé. Esa ternura se traduce también en la ternura de Dios, que hace presencia entre nosotros de manera especial en un bebé, en Jesús.

La frase "Que el Niño Dios nazca en tu corazón" debe llevarnos a una búsqueda profunda de Dios en nuestro día a día.

Esta frase nos invita a preguntarnos: ¿En cuántas de las acciones que realizamos en nuestro día a día se encuentra presente Dios?.

Esta frase también nos invita a abrir nuestro corazón y permitirle a Jesús que entre en nuestras vidas de una manera profunda y transformadora. 

Navidad va más allá de simplemente conmemorar un evento histórico, sino mas bien, Navidad es un tiempo para invitar a Jesús a entrar en nuestros corazones y ser parte de nuestras vidas.

Esta frase también implica un llamado a la transformación interior. Al dejar que el Niño Dios nazca en nuestros corazones, estamos invitando a Jesús a cambiar nuestra manera de pensar, sentir y actuar.

Su presencia en nuestros corazones nos ayuda a vivir de acuerdo con sus enseñanzas, como amar a nuestro prójimo, perdonar a los demás y buscar la justicia y la paz.

Es importante destacar que este llamado no se limita solo al tiempo de adviento, sino que es un recordatorio constante de que debemos permitir que Jesús esté presente en nuestras vidas todos los días del año. 

Así que la próxima vez que dediques esta frase, piénsalo en dos aspectos. En la primera, piénsalo por ti, es decir, Pregúntate ¿Hasta qué punto mis actos manifiestan la presencia de Dios?.

Y en el segundo, dedícala en forma de oración para que Dios se haga presente en la vida de aquella persona que tienes enfrente y a la que le deseas:

QUE EL NIÑO DIOS NAZCA EN SU CORAZÓN.